jueves, 27 de marzo de 2008

A mí me parió mi padre

Thomas Beatie, de Oregón (EEUU), nació mujer pero se sentía hombre. Hace unos años, y para cambiar de sexo, se sometió a una operación en la que le quitaron el pecho e inició una terapia hormonal aunque conservó sus órganos reproductores femeninos. Desde hace 10 años comparte su vida con Nancy y la imagen que han ofrecido hasta hoy era la de una pareja “normal, feliz y profundamente enamorada”.


Como cualquier pareja, Thomas y Nancy soñaban con formar una familia, pero una enfermedad dejó a Nancy imposibilitada para tener hijos. Así es que en una decisión sin precedentes, la pareja ha optado por que sea Thomas, que es legalmente un hombre desde hace años, quien engendre a su hijo.

A pesar del debate ético y médico que la decisión de esta pareja ha despertado en el mundo entero, las ganas de tener un hijo eran tan grandes que ambos pensaron que podían vencer todos los obstáculos con los que ya se han encontrado y van a seguir encontrándose durante la gestación.

Ante la negativa de muchos médicos a ayudarles en este proceso, Thomas optó por dejar su tratamiento de testosterona con el objetivo de que su cuerpo volviera a regularse. En la actualidad, y tras pasar por un auténtico calvario, consiguieron acceder a un banco de esperma, y hoy, gracias a la inseminación artificial, Thomas está en su quinto mes de embarazo de una niña que nacerá en julio.

Realmente el camino recorrido hasta ahora no ha debido ser nada fácil, según cuenta el propio Thomas “los médicos nos han discriminado, rechazándonos por sus creencias religiosas. Otros profesionales sanitarios rechazan dirigirse a mí como a un varón o reconocer a Nancy como mi mujer. Los recepcionistas se han reído de nosotros. Tampoco algunos amigos y familiares nos han apoyado; la mayoría de la familia de Nancy ni siquiera sabía que era un transexual….”

Pero creo que el calvario no ha hecho más que empezar. Si hasta ahora el debate se ha centrado en la comunidad médica y en el entorno social más cercano a la pareja, hoy, desde el momento en que se conocía la noticia, ya hay debates para todos los gustos y de todos los colores.

Desde luego valor no les ha faltado. Ya no por el hecho de que alguien que se sienta hombre tome tal decisión, sino por lo que se les viene encima. Además de tener que enfrentarse ahora al calvario de estar en el punto de mira del debate médico y ético, llegará el día en que le tengan que contar a su hija la película de su existencia.

Pero y ¿cómo se siente un hombre embarazado?, pues según Thomas “Increíble. Estoy estable y seguro de mi mismo como el hombre que soy. Técnicamente me veo como un sucedáneo de mí mismo, aunque mi identidad sexual es de varón. Yo seré el padre, Nancy la madre y por fin seremos una familia".

Sólo faltaría que, tras este tortuoso desafío que se han propuesto conseguir, y lo que les queda por pasar de embarazo, parto, puerperio y depresión post-parto, vamos lo que algunos llaman el milagro de la maternidad no le haga a Thomas pensar que lo que en realidad quiere ahora es volver a ser mujer.

Marg

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bonita historia ...

Para un padre que puede vivir la experiencia del parto me parece muy bien que lo haga, aunque como dices seguro que las variaciones hormonales serán difíciles de soportar.

Anónimo dijo...

Me parece genial, que haya podido utilizar su fisiología femenina para tener un hijo, y me parece genial que cada cual sea libre para sentirse hombre o mujer y que pueda acompañarlo de legalidad y respeto. Lo que me parece fatal es tener que escuchar en la televisión a unos progres que saben de todo tratando este tema como gracioso, circense...etc. Es una pena que en lugar de informar a la sociedad ya se le dé el escarnio hecho. Algunas televisiones tienen que petardear por encima de todo. Estoy indignada.

Anónimo dijo...

Y no hubiera sido más sencillo adoptar...?

Anónimo dijo...

Creo que Sonia tiene razón.
Aparte me da estupor los médicos y sus creencias religiosas. Seguro que a la hora de prescribir un aborto, son más ateos que mandados a hacer.
No hay humanidad. Se espera comprensión y se reciben burlas, rechazo y señalamientos.
Y ya estamos en oro siglo y seguimos con estas tonterías. Saludos.

Anónimo dijo...

Me parece algo completamente antinatural. Si realmente se siente hombre... los hombre no albergan un feto... por muy mujer que sea fisiológiacamente. Personalmente creo que esta persona no tiene muy clara su identidad sexual. Y... quién piensa en el bebé? acaso gozará de buena salud? personalmente creo que no. Según la OMS, salud se define como 'bienestar físico, psíquico y social, y no sólo ausencia de enfermedad'. Acaso creéis que psíquicamente y socialmente esa niña gozará de bienestar? yo creo que no, la sociedad es cruel; si a muchos niños adoptados los rechazan por su color de piel... cómo tratarán a una niña que ha sido gestada en el útero de padre... Una actitud muy egoísta por parte de los padres; en cambio la adopción hubiese sido un acto altruísta y hubiesen tenido igualmente la oportunidad de realizarse como padres.

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Besitos y espero no haber molestado a nadie con mi opinión.

 

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