martes, 11 de marzo de 2008

Los nuevos pecadores

La crisis actual en la que nos hallamos inmersos también ha llegado al confesionario. Debe ser por eso, por lo que tan sólo un 60% de los católicos acuden con regularidad a confesarse, y debe ser por eso que la Iglesia ha agregado a la histórica tabla de los 10 mandamientos, una larga lista de nuevos pecados, que si Moisés levantara la cabeza se daría cuenta de que lo que necesita para bajar del Monte Sinaí es una carretilla de carga más que unas simples tablas.

Tengo la impresión de que el Penitenciario Apostólico, organismo que supervisa la confesión y las indulgencias de la Iglesia Católica, busca más que nunca que los católicos acudan en masa a pedir el perdón de sus pecados, porque con la nueva lista no hay quién esté libre de ellos.

En Las nuevas formas del pecado social, que es el título con que se ha bautizado a la nueva lista de pecados, uno ya no ofende a Dios por robar, blasfemar, matar o desear a la mujer del prójimo, que también, sino por dañar el medio ambiente, participar en experimentos científicos dudosos y manipulación genética, acumular excesivas riquezas, consumir o traficar con drogas, o hacer cualquier cosa que ocasione pobreza, injusticia y desigualdad social.

Dicen en el Vaticano que los nuevos pecadores están por todos lados y esta campaña se debe a la disminución del sentido de culpa y por tanto a la necesidad de relanzar el sacramento de la confesión que lleva años en crisis.

Pues mira razón no le falta, porque con perdón y sin querer ofender a nadie ni mucho menos blasfemar, de ésta no se libra ni Dios. Los científicos lo tienen chungo, los millonarios de la lista Forbes van directos al infierno, los políticos a hacer penitencia, y el resto de los mortales palmamos todos sin pena ni gloria desde el mismo momento en que no separemos la basura de casa y tiremos las pilas usadas donde no se debe.

Dice el Vaticano que los curas deben tener en cuenta "los nuevos pecados que han aparecido en el horizonte de la humanidad como un corolario, de este proceso imparable que es la globalización y apuntó que entre las cuestiones que más les preocupan en este momento, figuran el aborto y el abuso de menores, que ha afectado también al clero y ha revelado así "la fragilidad humana e institucional de la Iglesia"

Me parece a mi que en este afán por actualizarse se han pasado. Puedo entender a Benedicto XVI cuando dice que el mundo de hoy está perdiendo cada vez más el sentido del pecado, pero de ahí a que todo sea pecado….. seguro que existe un término medio que han pasado por alto.

Eso sí, de la misma forma que la nueva campaña del la Iglesia te pone el pie en el cuello, también te ofrece, como toda campaña, un pequeño incentivo para que aunque apriete no llegue a ahogarte. Así, el Papa ha recordado que la confesión no consiste sólo en la acusación de los pecados sino que, sobre todo, se trata "de un encuentro personal con Dios" y que "cualquier pecado que se cometa, si se reconoce humildemente" y se confiesa, lleva a experimentar "la alegría pacificadora del perdón de Dios".

Ahora que ya todos somos pecadores, ya sabes dónde está la solución. Claro que por una vez, estaría bien que la Iglesia se aplicara el cuento y dejara de ofender a Dios, porque me ha parecido oir que han dicho algo sobre el que acumula riqueza… ¿no?.

Marg

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Recuerdo la última vez que me fui a confesar (hace siglos) ya le dije: "menos el de no matar, creo que he cometido todos los demás..."

Anónimo dijo...

tengo un amigo ke una vez escribió un cuento sobre un confesionario electrónico. como una máquina de galletitas y sodas afuera de la iglesia, pero tambnién de los bancos,d e la escuela y el súper!

tal vez le hace falta algo así a la iglesia para que la gente creyente -con tanto pecado cometido- tenga tiempo de ir a "purificarse"

un saludo

Anónimo dijo...

buffff, mira muchos de esos que se van a confesar y que deben estar al día de los nuevos pecados, luego en la oficina con sus compañeros son el mismísimo Judas! Que no se crean que son mejores personas por pedir perdón a un cura los domingos....

Anónimo dijo...

Bueno, yo fancamente no se que pensar: hay mandamientos que, si son desobedecidos, son automaticamente pecados, pero a la vez hay pecados capitales (de esas que te envían derechito al infierno). Con desacuerdo de casi la totalidad de estas (¿un simple acto de placer sexual un pecado?.. por favor). Las que mencionas se agregan a estas. Pero creo que, en buenas cuentas, la iglesia redunda ¿que acaso no es un acto de codicia crear pobreza? por supuesto. Creo que en este plan, es mejor no salir de tu cama y quedarte quietecito sin hacer el menor movimiento porque entonces pasaríamos una eterna estadía en las habitaciones de Don Sata. Abrazos.

 

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