viernes, 28 de marzo de 2008

Desencuentros

He visto con tristeza como últimamente blogs que eran visitas obligadas para mi dejan de serlo porque desaparecen. No sé qué ocurre pero la gente dice que se agota, que se le acabaron las ganas de contar cosas.

En ocasiones yo he tenido esa misma sensación, pasando por días en los que me cuesta decidir qué escribir, qué contar y qué callar. Quizás es porque evito explicar cosas de mi, de hacer de éste un blog personal al 50%, y las noticias en ocasiones me producen tal rechazo que me agota sólo pensar en escribir sobre ellas.

Lo cierto es que esta ventana al mundo me ha permitido conocer a un montón de desconocidos, o por lo menos colarme por un rato en su casa o invitarles a la mía para compartir un instante. Y no está nada mal el invento, la verdad, porque viene bien encontrarse con alguien en un entorno cada vez más lleno de desencuentros.

Fíjate que esta sensación no debe ser sólo mia porque esta semana he vivido dos situaciones realmente extrañas, de esas en las que cuando están ocurriendo buscas con desesperación la cámara oculta porque sabes que no pueden ser reales. Y lo son, ya ves.

La primera ocurrió en un bar, estando de tapas con una amiga. Las dos estábamos enzarzadas en una conversación de esas que podrían catalogarse como sentimentales, hablando de lo difícil que es no dejarse arrastrar por el frenético día y a día y seguir reservando momentos para compartir unas cañas con los amigos, en persona, olvidando el móvil o el Messenger. Y en eso estábamos cuando, desde la mesa de al lado, alguien se incorporó a la conversación de forma espontánea para decir un “es que la gente ya no se abraza, y eso será el fin de la humanidad”.

Qué susto más grande nos dimos. La sentencia suena tan, tan catastrófica que mi primera intención fue levantarme y darle un abrazo para consolarla aunque no lo hice. En lugar de eso me dio por pensar cuántos desencuentros habría sufrido esa persona para decidirse a “encontrarse” con las dos locas desconocidas de la mesa de al lado.

Y ayer, justo ayer, la segunda experiencia paranormal. Volviendo a casa, acelerada como siempre, noto como un desconocido se coloca a mi lado y empieza a hablarme como si fuera su amiga del alma. Era alucinante, yo con cara de ¿será un psicópata?, me quedé perpleja mientras escuchaba como esa persona me contaba su último desencuentro con su mejor amigo. No supe qué decir, más bien balbuceé un escueto “todo se arreglará, ya verás” y me metí en una tienda con la excusa de una compra de última hora.

Cuando salí de la tienda el desconocido había desaparecido. No sé si habría ido en busca de un alma más receptiva que la mía, que puede ser, pero ya no estaba y aunque suene lamentable me supuso un gran alivio.

En fin, que espero que mi nivel de desencuentros nunca llegue a los extremos de estos dos desconocidos. A tener que buscar a cualquiera seleccionado al azar para contarle mis dudas, mis decisiones, mis triunfos o mis fracasos.

Y si llego a ese punto, querida, siempre me quedarán los blogueros. Que serán bien recibidos en ésta mi casa virtual.

Merx

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Da verdadero miedo lo que cuentas. Tan mal estamos o están algunos?? Tan solos en una sociedad hipercomunicada??

Pues sí. Eso parece.

Anónimo dijo...

Desde mi punto de vista, ése es el asunto que más me sorprende en este mundo de internet.

Son dos mundos paralelos: el real, el de la calle; y el virtual, el de la pantalla.

Cuando en alguna ocasión ambos mundos se tocan, parece que se aniquilan mutuamente, que no pueden ser compatibles.

Sobre este tema ya he discutido en alguna ocasión con amigos reales (por llamarlos así) y con virtuales, y nunca llegamos a ninguna conclusión concreta.

Desde esta oscuridad, desde esta sala enigmática donde cada cual escribe aquello que le parece, cada uno es más libre, (habrá quien vaya de farol, pero a esos se les ve el plumero pronto), y al expresarse cada cual libremente se conecta mucho mejor con todo el mundo, sin tapujos ni complejos. En cambio en la calle creo que la mentira es la gran dominadora, todo es como un gran cartel con luz de neón que nos hipnotiza.

Yo pienso que el ser humano aquí se hace más verdadero, pero sólo aquí, en cuanto sale afuera de su escondrijo el hechizo se esfuma.

Anónimo dijo...

Yo estoy con Marcos. Yo decidí dejar de escribir una temporada. Eso no quiere decir qeu cierre el blog. Pero se que en el blog he plasmado sentimientos y sensaciones que no hubiera sido capaz de decirlos en otro sitio

Eres un crack y sigue escribiendo, que hay mucha gente que te lee

Besos nena

Anónimo dijo...

Yo cerré mi antiguo blog por otros temas distintos, pero continúo con el actual contando cosas. A veces no escribo porque no tengo tiempo o porque no me pasa nada que considere digno de contar (fíjate qué cosas). Pero siempre me siento aliviada al desahogarme así...

Enhorabuena por el blog. Es la primera vez que comento, pero os leo a diario, ¡venís a mi cuenta de correo! :) Gracias.

Anónimo dijo...

de todas formas lo bueno de esto es que tomes la decisión que tomes siempre mañana puedes tomar una distinta, aunque sea totalmente contraria a la que hoy pienses, aquí no hay nada definitivo nunca.

yo me voy, me desgarro de todo, luego lo echo de menos, y vuelvo, y así ando.

Anónimo dijo...

Yo ando... que digo, yo estoy en esto ya un año, así que todavía no ando... por tanto mi problema son los pañales, y es que a mi corta edad es un poco duro cambiarlos, sólo me doy cuenta cuando me miran con cara extraña, cuando leen lo que he balbuceado, es cuando me doy cuenta que ya la hice, así que me voy sentadito tratando de no dejar mucha huella... hacia mi cunita buscando mi talquito y otro pañal.
Mi apa dice que tenga por norte mi corazón y por sur mi pasado, aunque duela mucho... así es aquí.

Anónimo dijo...

Pues sí Lucia, asusta. Y mucho.
Marcos, estoy de acuerdo contigo en que en la red uno se muestra más natural y, quizás, el problema sea ese. Que en la vida "real" nos hemos acostumbrado a la pose, al mostrarnos a los demás como algo que no somos, reservando nuestra forma natural sólo para unos pocos.

Stones, cómo te echo de menos!!! Tu blog es uno de esos que extraño..

The inner, bienvenida a esta nuestra casa. Cuando quieras aqui estamos!!

Gato, en ocasiones eso de ser novel es bueno porque aún no frenas tus pensamientos. Por cierto, tu apa tiene mucha razón!

Besos a todos y gracias por estos encuentros
Merx

Anónimo dijo...

No te preocupes es una simple coincidencia. En ocasiones nos vemos arrastrados por un sentimiento o un estado de animo parecido por el cambio lunar. Suena extraño pero ocurre. Así que no te preocupes demasiado.
Me ha gustado tu blog y me gustaría visitarte más a menudo.
Si no te parece mal te enlazo a mi blog TENGO UNA DUDA.
Un saludo cordial

Anónimo dijo...

Gracias Nuria. Ya mismo me paso por tu blog..

Un abrazo

Anónimo dijo...

Tu blog es un torrente de historias y eso puede suponer el fin. Hay que dosificar, amigas. Aunque noticias interesantes y curiosas hay todos los dias.
La gente está con ganas de contar sus cosas a alguien. Lo que se muestra alrededor es incomprensión. Debemos ser más receptivos, aunque ello suponga estar ante un perfecto desconocido. Abrazos.

 

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