jueves, 5 de junio de 2008

Palabrería alimentaria

La Confederación Española de Asociaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (Ceaccu) publicó ayer un informe sobre los llamados alimentos funcionales, o sea toda esa retahila de productos que venden en sus sloganes publicitarios y etiquetas todo tipo de maravillas para la salud y todo tipo de milagros para el consumidor.


La Confederación ha analizado 448 mensajes y el 59% de esos eslóganes "no se ajustan a la normativa" que entró en vigor en julio de 2007 mediante un reglamento europeo, ni tampoco al decreto español sobre etiquetado, que impide atribuir a los alimentos propiedades "preventivas, curativas o terapéuticas".

La verdad es que los supermercados parecen sucursales de Lourdes y los envases de los productos la viva imagen de los charlatanes de mercado de hace unos cuantos siglos. Si echas un vistazo por las estanterías, la mayoría de los productos son cardiosaludables, o buenos para el riñón, o para acabar con el colesterol, o mejoran tus defensas, etc.. y casi es misión imposible encontrar un producto que sea normal, es decir que no tenga omegas, ni fibra, ni calcio añadido, ni vitaminas esenciales, ni oleosan, ni activos plus, ni L casei inmunitas o bifidus activo. Hasta las maquinillas de afeitar están ahora enriquecidas con vitamina B!!!.

Lo mejor de esto, como siempre, es que nosotros, totalmente ajenos a la normativa, y atrapados por el poder de la publicidad, vamos al súper y caemos en el engaño. Llenamos el carro con los productos que nos prometen ayudarnos a estar totalmente sanos y al final, que es de lo que se queja el informe de la Confederación, lo único que conseguimos, en la mayoría de los casos, es que nuestro carro de la compra enriquecido sea hasta el 100% más caro que un carro con productos mondos y lirondos, sin ningún tipo de promesa saludable.

Pero tenemos francamente mal lo de darle esquinazo a las tentadoras promesas publicitarias de estos productos, a menos que tengamos un master del universo en química y sepamos distinguir las trampas de las etiquetas.

Según el informe de marras, los reclamos que se publicitan son bastante engañosos “ dicen que son sin colesterol, pero tienen muchas grasas saturadas; o los que sólo dicen '90% libre de grasas'; también están las famosas grasas vegetales. Es más difícil encontrar galletas sin grasas vegetales que darse de baja en un banco. Pero ¿cuáles son las grasas vegetales? ¿Oliva virgen o grasa de palma o coco, que es peor que el propio sebo?. Otros explican que algo es 'bajo en sal' "y tiene más sodio del permitido y otros te hablan de 'bajo en calorías' sin especificar qué nutriente se ha rebajado” y así cuarenta mil trucos más que se apoderan de nuestro coco cada vez que vamos al súper. Eso sin entrar en que muchos de los llamados productos funcionales se amparan en una autoridad supuestamente científica, como asociaciones, estudios, fundaciones, "que pueden constituirse de una forma burocrática, pero que nadie comprueba quiénes están detrás de ellas";Así se entiende que haya pasta de dientes que recomiendan nueve de cada 10 dentistas, por ejemplo.

Pero a pesar del amplio incumplimiento de la normativa por parte de las empresas, éstas se las arreglan para ir tirando. Es bastante fácil, mientras todas estas patrañas no salgan a la luz y el 61% de las familias siga prefiriendo comprar este tipo de productos, a pesar de ser más caros, no hay nada que hacer con toda esta palabrería alimentaria,

Mañana voy a presentarme en el súper y voy a preguntar por la sección de productos normales, de los que no hagan nada por mi salud, a ver si hay.

Marg

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué haya suerte, porque eso será realmente complicado ...jeje.

Si es que cualquier de tomarnos el pelo es útil.

Anónimo dijo...

La verdad es que se nos va la olla...hemos llegado a tomar el café descafeinado con leche desnatada y sacarina. Y le seguimos llamando café con leche; podría llamarse directamente lavativa, jajaja. Nos llegamos a tomar cualquier cosa por mal que sepa solo porque no engorda o por cualquier otra excusa...nos tienen "hipnotizados". Tienes razon en 2km de neveras de yogures del super por poco no encuentro los normales!!

Anónimo dijo...

Aquí hay caramelos rellenos de yogurt que no están refrigerados y barras light con una cantidad de azucar suficiente para matar a un diabético de un coma. El recurso de las letras pequeñas o de la promesa relativa (esa que te dice te hacemos crecer, y cuando no has crecido, te dicen "es que usted no pusoi de su parte") se extiende incluso a las promesas de financieras o bancos.
Lo lamentable del Perù es que venden, sin escrúpulos, juguetes con pinturas con plomo muy dañinos para los niños y que los mismos vendedores saben "estamos trabajando, joven, no nos malogue nuestro pan para nuestros hijos". Lamentable.

 

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