Estoy indignada por la hipocresía que reina en este país con el famoso tema de la Igualdad en el trabajo. A las empresas les encanta poner en sus documentos corporativos que cumplen con los criterios de igualdad entre sus empleados, pero luego, si investigas un poco, te das cuenta que los porcentajes de hombres y mujeres no pasan en el mejor de los casos de un 80/20. Lo que nadie cuenta es que la población femenina que habita en las empresas que tanto alardean del concepto de igualdad, se nutre en general y en unos sectores más que en otros, y sin ánimo de menospreciar a nadie, de recepcionistas, telefonistas, secretarias, administrativas y, en contadas ocasiones, de alguna que otra responsable de área en marketing, comunicación o recursos humanos.
Las cifras de mujeres en puestos de responsabilidad siguen estando todavía lejos de parecer igualitarias, ya que más del 70% de los puestos directivos están ocupados por hombres, aunque afortunadamente y aunque sea muy poco a poco, las féminas van escalando a puestos hasta hace poco reservados para ellos.
No quiero verter aquí tintes feministas porque no es mi estilo, pero desde mi punto de vista, el principal handicap a la igualdad está en los propios hombres. En los últimos meses he tenido dos entrevistas de trabajo para ocupar el puesto de Directora de marketing en grupos empresariales muy importantes, que no nombraré por si acaso vuelven a llamarme. En los dos casos, aún reconociendo que mi CV era brillante, y a pesar de las buenas referencias que tenían sobre mí, han optado por contratar a un hombre. En uno de los casos tengo la certeza de que el señor que hubiera sido mi jefe vio en mí una grave amenaza a la comodidad con la que actualmente desempeña su función en la compañía y optó por quedarse con un chaval sin experiencia que por el momento no soluciona nada. En el otro caso, un importante grupo de un claro sector masculino, me reconoció claramente en la misma entrevista que, a pesar de mi experiencia, mi condición de mujer era claramente un handicap para conseguir el puesto.
¿De qué tienen miedo los hombres?, ¿de la profesionalidad, de la mujer, o de la combinación de ambas cosas? ¿Es más humillante para un hombre ser superado profesionalmente por una mujer que por otro de sus congéneres? Pues creo que sí y, son este tipo de individuos los que impiden a muchas mujeres ocupar sus puestos.
La consultora Hudson acaba de publicar un estudio en el que describe a las directivas de hoy, y destaca dos perfiles de personalidad diferenciados dentro del estilo de gestión con el que cuentan las ejecutivas europeas. Por un lado, identifica a aquellas que dirigen con un estilo similar al de los hombres, más orientado a objetivos, autónomo y exigente; por otro, las directivas que emplean un modelo de gestión más cercano al de las mujeres en general, que son percibidas como personas más sociables, expresivas, comunicativas y cercanas.
Otra de las conclusiones del informe corresponde a las diferencias en la personalidad de las directivas según su experiencia profesional. Las menos experimentadas han demostrado ser más altruistas, con preocupaciones sociales y más orientadas a personas y, sin embargo, están menos acentuados en ellas los rasgos de apertura, decisión y dotes de mando. Las directivas con más años de experiencia destacan por ser más estratégicas y por su capacidad de apertura y de pensamiento abstracto, aunque, por otro lado, se muestran menos altruistas.
Pero una de las conclusiones que más me han gustado del estudio es que cada vez más las compañías empiezan a percibir el estilo de dirección femenino como el estilo que requerirán las próximas generaciones de trabajadores que se empiezan a incorporar al mundo laboral, la llamada generación Y o hijos de la era digital, a los que parece ser que nuestro perfil se adapta mejor que el de los hombres, porque requieren un estilo de dirección más participativo, colaborador y menos jerárquico.
Hasta que esto empiece a ocurrir en nuestro hipócrita país, y como a mi me pillará algo mayor, yo me conformaría con que los que se consideran profesionales de algo, se limitaran a identificar las habilidades que necesitan y encontrar a quien las pueda aportar, independientemente de su sexo.
¿Alguien ha dicho igualdad?
jueves, 4 de diciembre de 2008
¿Alguien ha dicho igualdad? Publicado por Mujeres
Etiquetas:
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6 comentarios:
Amén!!
Es cierto que aún tiene que cambiar la cosa, pero ahora mismo aún hay muchos prejuicios de sexo para según qué posiciones.
missmole, yo estoy más que indignada con este tema. ¿Sabrán los máximos directivos de algunas entidades a qué tipo de hombres tienen llevando sus empresas adelante?
Por fortuna nunca me he sentido discriminada, en el trabajo, por ser mujer pero es cierto que hay muchos casos.
También, y lo siento, creo que se paga por todas aquellas trabajadoras que faltan constantemente al curro, bien porque los niños están malos, o porque "han pasado una mala noche" (ellas), o porque tienen que ir al médico (curioso: siempre en horario laboral), etc., etc. De estas también conozco casos.
la otra: tienes razón que muchas de esas tampoco nos benefician nada, por eso creo en el profesional, independientemente de si es hombre o mujer.
Bueno, hablando de manera realista, la mejer tiene ante los empleadores màs dificultades que un hombre. Un embarazo y el descanso mèdico, en mi paìs, toma tres meses. Si el puesto es de confianza, pues crea problemas.
Pero el asunto es que todos los organismos, sean pùblicos o privados, deben escoger a los màs capacitados. Pienso que el dueño de una empresa debe pensar esto ¿pero sabrà que hacen sus machistas jefes de recursos humanos? como no es su empresa y saben que la juerga se hace mejor con un varòn, pues no se hacen muchos problemas. A la hora de sacar cuentas, viene la cosa. Abrazos.
No hace mucho en algún comentario ya lo dije y lo repito: sólo seremos iguales el día en que los hombres puedan quedarse embarazos y tener hijos (y no me refiero al caso de "Thomas", me refiero a un hombre).
Es que hoy en día es muy fastidiado que una mujer falte 3-4 meses (en el mejor de los casos) por una baja maternal. Y ya no te cuento si luego pide una reducción de jornada. Ellos ahí juegan con ventaja...
En mi trabajo, una consultoría, uno de los directivos harto de reemplazar a sus consultoras embarazadas (porque tarde o temprano acaban embarazadas...) ha optado por solo contratar hombres. Y lo peor es que aun siendo mujer, trabajadora y madre con reducción de jornada, quizás por eso, a veces hasta les acabo entendiendo... Lo de la conciliación laboral-familiar es muy bonito pero en este país aun es una utopía y más en puestos directivos.
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